Audiencia Jubilar: “Ser misericordiosos, significa seguir a Jesús en el camino del servicio”
(RV).- “El amor, es En el marco del Año Santo, el Obispo de Roma recordó que “Jesús antes Comentando el pasaje bíblico del Evangelio de San Juan, del lavatorio El amor, afirmó el Sucesor de Pedro, es el servicio concreto que Antes de concluir su catequesis, el Papa Francisco invitó a seguir (RM - RV) Texto completo de la catequesis del Papa Francisco Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! Nos estamos acercando a la fiesta de la Pascua, misterio central de El amor, pues, es el servicio concreto que damos los unos a los Por último, no olvidemos que lavando los pies a sus discípulos y El amor, la caridad y el servicio, ayudar a los demás, servir a los Por lo tanto, queridos hermanos y hermanas, ser misericordiosos como
el servicio concreto que damos los unos a los otros. Un servicio
humilde, hecho en el silencio y en lo escondido, como Jesús mismo nos ha
mostrado”, lo dijo el Papa Francisco en la catequesis de la Audiencia
Jubilar del segundo sábado de marzo, donde explicó la relación entre
“misericordia y servicio”.
de morir y resucitar por nosotros, realizó un gesto que se ha esculpido
en la memoria de los discípulos: el lavatorio de los pies. Un gesto
inesperado e impresionante, al extremo que Pedro no quería aceptarlo”.
de los pies, el Santo Padre explicó que, “de esta forma, Jesús señala a
sus discípulos el servicio como el camino a recorrer para vivir la fe
en Él y dar testimonio de su amor”. Por ello, dijo el Papa, el mismo
Jesús ha aplicado a si la imagen del “Siervo de Dios” utilizada por el
profeta Isaías, y este gesto se ha convertido en el «mandamiento nuevo»
de amarnos unos a otros como Él nos ha amado, es decir, dando la vida
por nosotros.
damos los unos a los otros. Un servicio humilde, hecho en el silencio y
en lo escondido, y se expresa en el compartir los bienes materiales,
para que ninguno este en la necesidad.
este gesto y a confesar mutuamente nuestras faltas y a rezar los unos
por los otros para sabernos perdonar de corazón. Por ello, agregó el
Pontífice, “ser misericordiosos como el Padre significa seguir a Jesús
en el camino del servicio”.
nuestra fe. El Evangelio de Juan – como hemos escuchado – narra que
antes de morir y resucitar por nosotros, Jesús ha cumplido un gesto que
se ha esculpido en la memoria de los discípulos: el lavatorio de los
pies. Un gesto inesperado e impresionante, al extremo que Pedro no
quería aceptarlo. Quisiera detenerme sobre las palabras finales de
Jesús: «12 Después de haberles lavado los pies, se puso el manto, volvió
a la mesa y les dijo: «¿comprenden lo que acabo de hacer con ustedes?
[...] Si yo, que soy el Señor y el Maestro, les he lavado los pies,
ustedes también deben lavarse los pies unos a otros» (13,12.14). De esta
forma Jesús señala a sus discípulos el servicio como el camino a
recorrer para vivir la fe en Él y dar testimonio de su amor. El mismo
Jesús ha aplicado a si la imagen del “Siervo de Dios” utilizada por el
profeta Isaías. Él, que es el Señor, ¡se hace siervo! Lavando los pies a
los apóstoles, Jesús ha querido revelar la manera de actuar de Dios con
nosotros, y dar el ejemplo de su «mandamiento nuevo» (Jn 13,34) de
amarnos unos a otros como Él nos ha amado, osea dando la vida por
nosotros. El mismo Juan lo escribe en su Primera Carta: «En esto hemos
conocido el amor: en que él entregó su vida por nosotros. Por eso,
también nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos. […] Hijitos
míos, no amemos solamente con la lengua y de palabra, sino con obras y
de verdad» (3,16.18).
otros. El amor no es sólo palabras, son obras y servicio; un servicio
humilde, hecho en el silencio y en lo escondido, como Jesús mismo ha
dicho: «Que tu mano izquierda ignore lo que hace la derecha» (Mt 6,3).
Esto implica poner a disposición los dones que el Espíritu Santo nos ha
donado, para que la comunidad pueda crecer (Cfr. 1 Cor 12,4-11). Además,
se expresa en el compartir los bienes materiales, para que ninguno este
en la necesidad. Esto del compartir y de la dedición a quien está en la
necesidad es un estilo de vida que Dios sugiere también a muchos
cristianos, como camino de auténtica humanidad.
pidiendo a ellos hacer lo mismo, Jesús nos ha invitado también a
confesar mutuamente nuestras faltas y a rezar los unos por los otros
para sabernos perdonar de corazón. En este sentido, recordemos las
palabras del santo obispo Agustín cuando escribía: «No desprecie el
cristiano de hacer lo mismo que hizo Cristo. Porque cuando el cuerpo se
inclina hasta los pies del hermano, también en el corazón se enciende, y
si ya estaba se alimenta, el sentimiento de humildad […] Perdonémonos
mutuamente nuestras faltas y oremos juntos por nuestras culpas y así de
este modo nos lavaremos los pies recíprocamente» (In Joh 58,4-5).
otros. Hay tanta gente que pasa la vida así, en el servicio a los demás.
La semana pasada he recibido una carta de una persona que me decía que
me agradecía por el Año de la Misericordia; me pedía de orar por ella,
para que pudiera estar más cerca del Señor. La vida de esta persona era
cuidar a la mamá y al hermano; la mamá en cama, anciana, lucida pero no
se podía mover y el hermano discapacitado, en una silla de ruedas. Esta
persona, su vida, era servir, ayudar. ¡Y esto es amor! Cuando te olvidas
de ti mismo y piensas en los demás: ¡esto es amor! Y con el lavatorio
de los pies el Señor nos enseña a ser servidores, más siervos, como Él
ha sido siervo por nosotros, por cada uno de nosotros.
el Padre significa seguir a Jesús en el camino del servicio. Gracias.